Cuando me he despertado, no podía ni respirar. Al abrir los ojos, el impulso natural ha sido cerrarlos de nuevo, fuerte. ¿Cómo es posible que esté de nuevo en esta misma situación? Me he dado la vuelta, bajo el nórdico, esperando encontrar un respiro si me ponía en posición fetal. Imposible. Ese dolor seguía ahí y yo seguía incapaz ni de respirar.
Los siguientes diez minutos los he pasado entre las sábanas, intentado aclarar cómo había llegado a este estado. ¿Qué he hecho mal esta vez? Los últimos días había sido todo tan frío... Tenía que haberme protegido más. Sin duda. A esto te expones cuando te lanzas así, sin resguardarte. Supongo que, en su día decidí correr el riesgo y ahora es cuando lo voy a pagar con creces, con dolor. Debía haber sabido protegerme más... pero no supe o quizá no quise.
Los ojos llorosos, la mente embotada, dolor en el pecho... no es la primera vez que paso por esto. Conozco el proceso. Los primeros días son imposibles. Te falta el aire, dormir es imposible, pierdes el apetito y la comida pierde su sabor... Por suerte, sé que después la situación mejora. Lo sé porque ya estuve antes aquí. Sé que, con el tiempo, ese dolor desaparece o, al menos, se hace más llevadero. Sé que esta carga será más ligera. Y a eso me aferro ahora, mientras escribo estas líneas, mientras intento que respirar sea un gesto natural y no forzado...
¿Cómo no lo vi venir? ¿Cómo fui tan ingenua? Las señales estaban ahí; estaba ya todo tan frío... ¿Cómo pude pensar que podría con ello? Por mucho que te adviertan, por mucho que aprendas en la vida, por mucho que intentes evitarlo... supongo que en estas cosas no hay experiencia vital ni fracaso personal que te sirva. Si has de caer, caes.
Pensar eso me ha puesto de peor humor aún. ¿Y si supero esto y, cuando menos lo espere, vuelvo a caer? Cuando vuelva a creer en mí, cuando me sienta fuerte, cuando vuelva a respirar ¿seré capaz de volver a exponerme? ¿arriesgarme de nuevo? Ojalá el malestar que siento hoy sirva para que el día de mañana sea más precavida y corra menos riesgos.
¿A quién voy a engañar? Todos sabemos que esos mecanismos no funcionan. Por mucho que intentes resguardarte, por mucho que quieras protegerte... ¿Quién no ha pasado por esto alguna vez? Supongo que todos. Ahora me toca a mí. Otra vez. Y no será la última. El primer paso es asumirlo, luego ya llegará el superarlo.
Ya es oficial. Tengo que admitirlo: estoy muy resfriada. No puedo ni respirar.
Tu lo que necesitas es un chute de ventolín, que teca volver a respirar. Porque en la vida por mucho que te resfries por exponerte, siempre hay que pensar que habrá una siguiente ocasión en la que te abrigarás poco y correrás el riesgo. Y cuando has superado gripes tremendas, un resfriado es nada. Asi que Halls y respira otra vez. Amiga.
ResponderEliminarYo lo que necesito es meterme en la cama a pasar esta fiebre y no estar aquí en la oficina, sudando como un pollo. Y luego ya, el jueves ir a la fiesta esa de la que me vienes hablando. También tenemos que organizar nuestra tradicional cena de Navidad :) Esa que nunca hemos hecho.
Eliminarpobre... lo que no entiendo es pq coño estas en la ofi...a la cama!!! pero ya!... si ves que no te dejan, entra sigilosamente en el despacho de tu jefe/a y le toses en la cara jajajaja...si eso no es suficiente tirate a su cuello directamente...
ResponderEliminarUuuh... es una larga historia. Mi jefe no está en mi oficina, ni en mi país, de hecho. Está en París. Con lo cual, sí, podría quedarme en casita. Lo que pasa es que, el curro que no haga hoy, lo tendré que hacer mañana... y al final, es un coñazo. Me viene mejor esforzarme un poco y repartirme el curro.
EliminarPor otro lado, como comprobarás, tampoco es que no me de tiempo a bichear por la red y los blogs, jajaja!
Desde luego, mientras no hagas reposo no te vas a curar! Sopita y cama
ResponderEliminarSaida b., te alegrará saber que, por primera vez, me has sonado como una madre :)
Eliminaryo me siento como un pez fuera del agua cuando tengo la nariz tapada: boqueando cada 2 x 3 alenadas de aire para no morirme!
ResponderEliminarLo peor es eso, que como la nariz no funciona, respiro por la boca. Y claro, así tengo la garganta.
EliminarPero buenooooo, ya esoty mejor... desde el sábado que lo pillé, han pasado 4 días. Algo es algo :)
nena, casi me ahogo yo :o)
ResponderEliminarbesito de mimos curarresfriados
Esa era la idea, jaja! así de tontaina soy.
EliminarGracias por preocuparte ;P
besos!
Cómo te entiendo!!
ResponderEliminarA mi me pasa igual, no hay quien haga tu trabajo, así es que mejor aguantas un poquito y a ver si te puedes ir antes a casa, o a la cama, como prefieras!!
Pégate un chute de amoxicilina con ibuprofeno y listos!
;)
(ya es casi miércoles)
Aquí ando, con flumocil e ibuprofeno. Aunque donde se ponga un caldo de pollo...
EliminarVoto por el caldo de pollo!
ResponderEliminarCuidate mucho, que ya estás en la recta final. Se acerca el jueves, así que sonríe :))
¡Estoy muchísimo mejor! El caldo de pollo es mano de santo! gracias por preocuparte :)
EliminarO sea, que el jueves aprovecharás el momento. Bien por tí ;)
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