Cualquier tiempo pasado fue peor

Algo bueno que he sacado de esta mudanza (además del nuevo piso, claro está) es que me he deshecho de muuuuchas cosas. Cosas que yo creía que era importante guardar, porque soy un poco hormiguita y pienso que un día me volverá a hacer falta, y cosas que en su día guardé por el valor sentimental que tenían y que, años después, no me han hecho ni dudar.

Por supuesto, había olvidado que tenía la gran mayoría de estas cosas barra tesoros. Abrir una caja, un cajón y "re descubrirlas" se convirtió en un pasatiempo muy entretenido que me llevó a mi más reciente pasado, mi última década, justo los 10 años que hace que me mudé a Madrid.

Descubrí que aún tengo mi Nokia 3310, con su cargador y todo. Y es que, en realidad, nunca dejó de funcionar, lo sustituí por otro Nokia y luego un Samsung , que también guardo, porque finalmente me pasé al iPhone. Así que me he juntado con 4 teléfonos en casa. Tras ver tantos memes y coñas sobre lo indestructible que es el Nokia 3310, algo me dice que tengo que seguir guarándolo. Quién sabe, quizás un día me salve de una catástrofe.

¿Recordáis cuando las cámaras de foto iban con carrete? Parece que han pasado unos dos mil años, pero yo me vine de Barcelona con ésta.  Al tiempo la abandoné por una digital... que está casi abandonada, también, desde que los teléfonos evolucionaron tantísimo...

¿Qué año estrenaron Troya? ¿Por qué un día pagué para ir al cine a ver Shrek 2?  Esas y otras grandes preguntas vinieron a mi cabeza al encontrarme unas 7 mil entradas del cine.  Están todas en la basura. O en proceso de reciclado, espero.

Tres cuartos de lo mismo con las entradas de conciertos. Aunque en este caso, sí que recuerdo cada uno de ellos y con quién fui, confieso que no dudé mucho a la hora de desprenderme de ellas...

Llámalo conciertos, llámalo festivales... ¿cuántas entradas he podido acumular en 10 años? Con sus correspondientes pulseritas, con sus chapitas, sus moneditas locales...  Everything's gone. Literalmente.

 

Con Madonna hice una excepción y las volví a guardar. Las del concierto en Madrid no, las del concierto en Amsterdam sí. Sé que un día mis sobrinas la adorarán y tendré una historia que contar.

¿Por qué guardar un forfait casi 10 años? Quizá para recordar que antes de usar banda magnética eran una cutre pegatina con código de barras.  Junto a éste, he tirado otros 12 más. No acabo de verle el sentido a haberlos guardado.

¿En qué momento de mi vida pensé que podría necesitar 5 mini costureros? He descubierto una caja llena de moviditas de hotel, jabones, peines, gorros de ducha (?), champú, gel... y 5 sets de urgencia costurera. A priori, parecen muy necesarios y un alivio si viajas frecuentemente pero si en 10 años no he necesitado ninguno, yo creo que ya no lo voy a necesitar, ¿no?

 

¿Tenéis algún lejano recuerdo de cuándo los billetes de avión no se compraban por internet y tenías que ir a la agencia de viajes? Sin duda alguna, nos timaban. ¿307 euros por ir a Londres? ¿Estamos locos?  Espero que fuera un regalo por mi cumple, ya que tiene fecha de emisión de ese día... si no, ¿en qué mundo vivía?

Barcelona Sants - Chamartin, 15 de septiembre de 2003, 35,20 €.  Lagrimones como puños recorrieron mis mejillas al encontrarme esto.  El principio de un viaje que, aún hoy, no he decidido si es bueno o malo.

Ni mencionar merece, la de ropa que he dado/tirado, bolsos, cinturones, bufandas.... Virgencita a ti te pido que no se vuelva a poner de moda nada de lo que he exiliado de mi armario. Amén.