Día Internacional de la Felicidad

El frío en la cara cuando sales de un lugar demasiado caliente. El primer sorbo del café por la mañana. Apagar el despertador el viernes por la noche. El sonido del corcho cuando lo sacas de la botella de vino. El olor de la ropa recién tendida. La sensación dulce y triste a la vez que vives cuando terminas un libro.  Esas personas que te cruzan en el metro y dejan un agradable olor a colonia a su paso. Los perretes que te miran y ladean la cabeza a la vez. Las preguntas graciosas de los niños cuando se empiezan a cuestionar el mundo. Las caras circunspectas de sus padres cuando no saben qué responder.

Meterte en la cama tras poner las sábanas limpias. El primer baño del verano en la playa. Y el primer helado del verano. Los fruteros que te meten una mandarina gratis en tu bolsa de manzanas. Las risas contagiosas. Tus pies cuando te quitas las botas de ski después de ocho horas. San Francisco. Las recetas perfectas, de alimentos que te encantan y que además no engordan. Los cortos de Pixar. Elegir tus macarons de entre una gama de 50 colores. Que salte tu canción favorita en el ipod cuando está en modo aleatorio.

Cantar gritando. Gritar cantando. Que tu compi de oficina se te una cuando te pones a cantar en voz alta. Los bebé hipopótamo. Y los bebé elefante.  Y todos los animales cuando son bebé. Recordar con tus amigas historias de cuando ibais juntas al cole. Que te pongan tapa con la caña. La siesta de los domingos. Que el metro entre en la estación justo cuando tú llegas al andén.  Los días festivos entre semana. Un nuevo seguidor en el blog. Más de diez “me gusta” en una foto que subes a Facebook. Saber que otra bloguera es tu amiga, aunque no la hayas conocido nunca.

Apagar la tele y encender la radio. Recibir una postal por correo ordinario. Los monólogos de mis sobrinas al teléfono. Que tu madre te cocine tu plato favorito. Que tu hermana sea tu mayor cómplice. Abrir la caja de galletas por el lado correcto, a la primera. Aprenderte el estribillo de tu nueva canción favorita; en otra lengua. Conducir bordeando la costa y viendo el mar. Los fríos días de invierno en los que el sol luce pero no calienta. Coger todos los semáforos en verde. Pasar un día entero en casa y sin quitarte el pijama. 

Guardar el nórdico porque ya no volverás a utilizarlo en varios meses. La primera noche que utilizas el nórdico tras varios meses sin usarlo.  Asustar a los niños poniéndoles caras feas cuando vas en el autobús. Romper un huevo y que tenga dos yemas. Terminar la ducha con un chorro de agua fría y gritar como en Braveheart.  Meter la mano en el bolsillo de un abrigo medio olvidado y encontrarte un billete de 10 euros. Que en el avión haya overbooking y te pasen a bussines. Petar el papel de burbujas cuando estás preparando tu mudanza.

Descubrir la felicidad en las cosas pequeñas.  Feliz día internacional de la felicidad.