martes, 13 de diciembre de 2011

Cosas de casa


Últimamente me estoy obsesionando un poco con la comida ecológica, con el movimiento SlowFood y con comer un poquito más sano y con cultivos sostenibles.  Confieso que me he visto abocada a ello, cómo no, si en mi círculo cercano hay fisoterapeutas que curan lesiones cambiando hábitos alimentarios y cocineros que abogan por la dieta paleolítica.

Viviendo en el centro de Madrid, como es mi caso, es un poco complicado pretender vivir de la agricultura ecológica. Y pensar que mi padre se ha montado un huerto urbano en Barcelona que tiene continuos excedentes...  en fin.

Al menos, he podido aprovechar mi escapada rural de la semana pasada para traerme algunos "souvenirs" gastronómicos. El Tupinet de la Vall de Boí llevan más de quince años haciendo mermeladas y conservas artesanas. Las hacen con los frutos del bosque que hay en su pueblo, Barruera (Lleida) a más de 1090 metros de altitud.  Allí, cultivan de forma tradicional y ecológica sus frutos, y elaboran las mermeladas de forma natural, sin aditivos ni conserevas. Aquí tenéis más información sobre ellos.

Pà de pagès tostadito más mermelada casera y...¡ñam, ñam!

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3 comentarios:

  1. Me encanta todolo ecológico y casero! tiene valor añadido tanto en salud como en sabor.

    Un saludo,

    María

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  2. La verdad es que lo bien que sienta la comida ecológica, no tiene precio.

    Bon profit ^^

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  3. María, viendo tu blog, eso sí que tiene sabor casero. Qué cosas más bonitas!! :)

    Cuatrogatitosquesomos, el problema, me temo, es que sí tiene precio, jajaja!! Bueno, el huerto de mi padre no, pero me pilla lejos :(

    Besos!!

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